miércoles, 21 de abril de 2021

EL SUFRAGIO FEMENINO EN ESPAÑA

El estatuto de Primo de Rivera (1923-1930) durante el reinado de Alonso XIII tuvo un firme compromiso con los derechos de las mujeres.

La lucha por el voto femenino constituye una de las reivindicaciones mas significativas del movimiento feminista durante el siglo XIX y parte del XX.

No existía en España a comienzos de los años 30 el sufragio femenino.


Antes de 1931, cuando llegó la Segunda República, el sufragio femenino no estaba en las órdenes del día del parlamento. Fue la llegada de la Segunda República el 14 de abril de 1931 cuando se empezó a hablar acerca del voto de las mujeres. Ya en las elecciones a las Cortes Constituyentes se permitió el sufragio pasivo, es decir: las mujeres mayores de 23 años podían presentarse candidatas, y este fue el comienzo de todo. Tras las elecciones, tres mujeres consiguieron un escaño: Margarita Nelken por el PSOE, Clara Campoamor por el Partido Radical y Victoria Kent por el Partido Republicano Radical Socialista. Fueron estas dos últimas quienes protagonizaron, con discursos opuestos, el debate ocurrido el 1 de octubre de 1931.



Por otro lado Hilario Ayuso, diputado por el Partido Republicano Federal, propuesto que las mujeres pudieran votar a partir de los 45 años, pero esto no fue aceptado por Clara Campoamor. Clara Campoamor trabajó siempre para que no hubiera discriminación de sexos, por la igualdad entre los hijos extramaritales y por el divorcio. Sin embargo, por lo que más se recuerda a la abogada es por la su lucha por el sufragio universal.Hasta 1931, el sufragio en España era censitario. Quiso hacerlo universal, de tal manera que las mujeres pudiesen votar. No todos los diputados estaban de acuerdo con ella, por lo que se debatió en las Cortes.

Muchos de los contrarios a que se estableciera el sufragio universal argumentaron que las mujeres aún no estaban preparadas para votar, aunque merecieran ese derecho. Aseguraron que estaban muy influidas por la Iglesia y votarían por la derecha.El 1 de octubre de 1931, tras el debate entre Clara Campoamor y Victoria Kent, contraria al voto femenino, que dio por vencedora a la primera, se aprobó el artículo 36 de la Constitución. En él se recogía el sufragio femenino, con 161 votos a favor y 121 en contra.

Este derecho se hizo efectivo en las elecciones de 1933, donde las mujeres pudieron elegir libremente a sus representantes. En estos comicios Clara Campoamor no pudo renovar su escaño. El año siguiente abandonó el Partido Radical y quiso afiliarse a Izquierda Republicana, pero no fue admitida. Después de esto, en 1935, publicó Mi pecado mortal. El voto femenino y yo.

 

 


La diputada del Partido Radical,fue la abanderada del movimiento sufragista que logró ver aprobado en las Cortes, el 1 de octubre de 1931. A partir de ese día, toda mujer mayor de 23 años tenia el mismo derecho de votar que cualquier hombre.La igualdad entre hombres y mujeres conseguida en la II República no duró mucho. En julio de 1936 estalló la Guerra Civil y los derechos de la ciudadanía, especialmente los de las mujeres, pronto se verían afectados.

Clara Campoamor huyó de Madrid y se exilió a Francia. Allí publicó La revolución española vista por una republicanaun escrito donde contaba sus vivencias y se mostraba crítica con las actuaciones de los republicanos.

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